MANO ENSANGRENTADA DE FUJIMORISTAS CON ESTERELIZACIONES TIPO AFRICA
Escribe: Néstor Roque Solís
En julio de 2002, los investigadores designados por el Ministerio de Salud (MINSA) hicieron público un Informe de 137 páginas, donde se registra que entre 1995 y 2000 fueron esterilizadas 331.600 mujeres, en el marco de una monstruosa campaña de control de la natalidad, mientras que a 25.590 varones se les realizó la vasectomía. Esas personas, seleccionadas en localidades de extrema pobreza, de baja escolaridad, fueron captadas por medio de extorsión, dándoles trigol, arroz y aceite de soya, señala el informe que se encuentra en la red y en los archivos del Congreso Nacional.
Todo eso se hizo en nombre de un plan de salud pública, cuyo verdadero objetivo era reducir el número de nacimientos en los sectores más pobres de Perú. Es decir, fundamentalmente entre la población indígena de las zonas con menos recursos: los valles andinos, la selva amazónica y los sectores urbano-marginales que rodean a las ciudades de la costa.
A pesar de que muchos documentos oficiales fueron destruidos con la fuga de Fujimori al Japón, se hallaron 56 que establecían los hechos y designaban a los responsables. El primero de ellos es el ex presidente Alberto Fujimori, a quien se informaba mensualmente del número de intervenciones realizadas, fundamentalmente por los servicios de los sucesivos ministros de Salud, Eduardo Yong Motta (1994-1996), Marino Costa Bauer (1996-1999) y Alejandro Aguinaga (1999-2000).
Estos tristes personajes, discípulos del tenebroso doctor Mengele de Alemania nazi, han reaparecido como operadores políticos en la campaña de la candidata Keiko que representa la corrupción y la barbarie cometida con las mujeres del Perú, en los años 90. Estos personajes integran el equipo técnico de Fuerza 2011.
Apenas se dio a conocer el informe del Ministerio de Salud, se desató una polémica en torno de los objetivos perseguidos y de las cifras "aberrantes", según aquellos que reconocían la existencia de 200 a 300 casos en que las cosas terminaron mal.
Alejandro Aguinaga, actual congresista y médico de cabecera del reo Fujimori encarcelado en la DIROES, defendió enérgicamente el plan, que a su entender permitió a cientos de miles de parejas evitar un embarazo no deseado y reducir "ostensiblemente" la tasa de mortalidad materna e infantil. Suspendiendo nacimientos no deseados los fujimoristas pretenden resolver la pobreza en el Perú. Ese es el Plan de gobierno de los fujimoristas.
¿Quién financiaría esos proyectos? Por supuesto el Tesoro Público. Pero no fueron únicamente ellos, estuvo también la mano ensangrentada de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), que prestó apoyo financiero, con 36 millones de dólares. Igual invierten los norteamericanos para “reducir” la pobreza en el continente africano. Ese es el Plan de gobierno de los fujimoristas.
En algunas zonas rurales y en ciertos "pueblos jóvenes" se llegó incluso a organizar festivales de la Ligadura de Trompas de Falopio. Durante los mismos alternaban juegos, bailes, conciertos, teatro, marionetas, fuegos artificiales, pruebas deportivas, abundante comida y hasta atención gratuita del dentista y del peluquero. Los afiches mostraban familias "modernas" (con pocos hijos) opuestas a familias "antiguas" (rodeadas de una multitud de niños). También se veían pancartas anunciando en castellano: "Gratis: ligadura de trompas y vasectomía". Al final de la jornada, los carniceros con título de médico-cirujanos habían cumplido con el encargo. Qué tales hijos de la patria gobernaban el país. Estos son los mismos que ahora quieren volver al poder.
Los médicos, las enfermeras y las ayudantes sanitarias del gobierno fujimorista conversaban en el dispensario local con las campesinas y se ganaban su simpatía regalándoles aceite, trigo, azúcar y arroz. Todo eso coincidía con la aplicación por parte del Estado de programas de asistencia alimentaría y la edificación de infraestructuras en los sitios más apartados. Fujimori venía personalmente a inaugurar esas obras: bajaba del helicóptero vestido con un poncho, frente a las cámaras de la televisión, en medio de la gente que lo aclamaba. Este el plan populista que vemos hoy con la hija del reo, sigue el festín de los millones en el afán de encantar a los electores: las fiestas, los regalos, las canastas aparecen como antesala de los mítines de la candidata que permitió que su propia madre Susana Higuchi fuera torturada.
Ese es el programa social que nos quiere vender la candidata de la corrupción que los peruanos con moral y ética debemos rechazar. Para la candidata del continuismo —que García Pérez aplaude desde Palacio— no existe un solo acápite sobre los derechos humanos en su plan. Eso quiere decir que van a volver con sus andanzas de persecución y violación de la libertad de expresión como ya lo muestran por estos días con amenazas de muerte a periodistas del diario La Primera, y los despidos en los canales a quienes mantienen sus principios aunque se queden sin trabajo.
Por estas razones, el domingo 5 de junio vota sin miedo por la patria, vota por el cambio, vota por el futuro. Y ponle punto final al crimen y a la barbarie de los fujimoristas.