EDITORIAL: Argentina: “Hermanos, hay mucho que hacer”
El 2015 se viene cargado de desafíos. Argentina vive un año electoral al que se le suma un enorme clima de desconcierto por la crisis social que padecen un buen número de argentinos. Y a los peruanos que vivimos en este país nos incluye esta realidad. Una revisión de lo más resaltante nos ayudará a plantear objetivos para este año. Mostraremos a los diversos actores sociales de nuestra colectividad: autoridades, dirigentes, comunidad, asociaciones, empresas, particulares y la prensa.
Desde la Embajada, la gestión del Embajador José Luis Pérez Sánchez Cerro a sido de poco contacto con la colectividad. La balanza comercial entre Perú y Argentina sigue siendo favorable al país gaucho. Y algunos productos importados del Perú como el Pisco y el aumento de su consumo son frenadas por las actuales leyes argentinas. Desde el Consulado el Embajador Marcos Núñez Melgar regresó a Buenos Aires luego de la ya reconocida denuncia mediática, aparentemente resuelta entre diplomáticos (y aún no explicada a la comunidad) pero con un gran tema pendiente: la atrasada mudanza del Consulado y sus consecuencias. Además se espera retornen los plenarios con las asociaciones, pero con un clima mas integrador.
La comunidad sigue su crecimiento y ya superan los 400 cientos mil peruanos en Argentina, con su nueva generación de descendientes. Este desarrollo presenta nuevas zonas poblacionales en Buenos Aires donde además del norte y sur, agregamos vecindarios enteros de compatriotas en el Oeste de la Pcia. y en el resto del país. Si bien la economía argentina no es favorable para muchos, es notoria la expansión de importantes empresas de servicios y el destacado auge de las industrias gastronómica y textil peruanas. Además de pequeños comerciantes, cuentapropistas y una gran masa de trabajadores. Es urgente la creación de cámaras de comercio, gremios de profesionales, agrupaciones de socorros mutuos que acompañen el proceso de organización y estrategia de expansión para adentro y afuera de la colectividad.
Este desarrollo de la colectividad no es fácil. La corrupción generalizada en todo ámbito no es un secreto y cualquiera que viva en Argentina y lea estas líneas lo pueden comprobar. El avance del narcotráfico y la informalidad ante los ojos de las autoridades, las coimas y “peajes” que se pagan para trabajar, los pagos extras para que un negocio este mas “seguro”, zonas liberadas para la impunidad y los robos, son productos de malos funcionarios públicos y del desconocimiento de nuestros derechos. No hay que esperar que nos toque de cerca una circunstancia irreparable para terminar con una situación injusta. Hacer respetar los derechos humanos no debería depender de una política ni de un gobierno.
La necesidad de resolver problemáticas y la urgente asistencia social moviliza a los compatriotas con espíritu solidario. Aparece constantemente el trabajo de diversas asociaciones con eventos populares que intentan soluciones temporales. Es necesaria la difusión de derechos y deberes de las personas e informar de los lugares de asistencia y de desarrollo social que ofrece Argentina en sus gobiernos municipales y nacionales. Además de revisar los programas de contención en salud, educación y trabajo en el propio Perú donde es un deber del estado resolver y no “exportar” problemáticas sociales.
Dentro de la colectividad desde hace unos años aumentó la participación de personas en espacios políticos. Todos tienen la libertad de hacerlo de acuerdo a sus convicciones. Aunque muchos de ellos tienen otros intereses, ofreciendo paliativos a urgencias de sectores vulnerables: cajas de alimentos, planes sociales (denunciadas por nuestras propias autoridades) en muchos casos a cambio de militancia, participación en actos y demás. El avance del clientelismo político. Basta con revisar las redes sociales, las convocatorias y debates para observar fanatismos y cómo se intenta dividir a la colectividad: o se es opositor o se es del gobierno, como si no existiera la libertad de pensar diferente. La necesidad de los más pobres y el oportunismo de otros lamentablemente siguen dominando la Argentina. Los derechos de los inmigrantes son reivindicaciones universales más allá de un gobierno.
“Ama Sua” no seas ladrón, “Ama Llulla” no seas mentiroso, “Ama Quella”, no seas ocioso fueron los preceptos de la moral y la convivencia de nuestros antepasados. No perdamos el rumbo. El trabajo dignifica a las personas. Jamás los paliativos temporales. La prensa peruana en Argentina debería sumarse a la difusión de estos preceptos y no sólo apuntar a la crítica sin alternativas, al sensacionalismo buscando el escándalo en sus informes, al divisionismo y a la informalidad. Ya hemos comentado de estos temas.
Hoy es urgente generar espacios de encuentro y participación de todos nuestros actores sociales y empezar a corregir los problemas expuestos. Los esfuerzos atomizados y las experiencias individuales son respetables pero es el momento de sumar y comenzar un proceso de plena integración. Nuestro mercado de consumo interno se ha desarrollado enormemente. El desafío además está en mostrar de la mejor forma nuestra cultura y nuestros productos al gran público argentino. Y de contribuir honestamente al desarrollo de nuestra querida patria adoptiva. Debemos empezar a mejorar para el futuro de nuestros hijos peruano - argentinos.
Amar y honrar a la Argentina no necesita ser de derecha o de izquierda; peronista o radical; oficialista u opositor. Es simplemente querer que todos estemos mejor. Hoy la Argentina no está bien. Y necesita de nosotros. No permitamos que la indiferencia y los oportunistas sigan avanzando. Oh juremos con gloria morir. Hermanos… hay mucho que hacer.
Gustavo Huayre,
Director Cholo con Che Medios
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